Spaces, Rudolf Herczog

Los Anales de Ruuriik (II)

Continuando con los orígenes de la campaña El Martillo del Norte, y tras la primera entrada, en la que hacía una introducción a uno de los protagonistas (Randae Linvairë) de una de las regiones que forman parte de esta complicada trama (la región de Urd y el inmenso Bosque de Dir que cubre gran parte de su territorio), ahora toca desgranar el segundo escenario de esta historia, el comienzo de la caída de la región de Ruuriik y la fortaleza enana de Khazad-madûr, en el lejano este, a manos del Balrog Múar. Ruuriik, lugar donde se inician gran parte de los hechos que unen a muchos de los principales actores de esta historia.

Teniendo en cuenta que el rey enano Fulla VII y su inseparable amigo el animista Balli Mano de Piedra (causantes de hechos tremendamente importantes en toda esta historia, y de los que hablaré en próximas entradas), llegaron a las ruinas de la antaño poderosa Ruuriik en 2741 S.E (tras treinta años de viaje desde las Montañas Azules) los datos que muestro a continuación debieron producirse, como mínimo, cientos de años antes.

Así pues, continúo narrando más acontecimientos de toda esta fascinante historia, que espero pueda serviros para ambientar vuestras propias campañas de MERP o Rolemaster en el lejano este de la Tierra Media, o con cualquier ambientación/sistema de fantasía.

LA BÚSQUEDA DEL ESPEJO

En los primeros días de Ruuriik, cuando los cielos eran grises y las aguas de color negro como el acero, llego un emisario. Dicho consejero era un hombre cuya estatura y modales agrado a todos los que se encontraron con él, e incluso los suspicaces señores de Ahulë (la capital subterránea del reino enano) le prestaron gran atención. Su nombre era Anasa Wem.

Anasa Wem venia de un pueblo conocido como los Arklu-shen. Portaba el mensaje de que su pueblo estaba iniciando una larga migración desde su hogar sagrado en las tierras de los lagos del Lejano Norte. Pidió ayuda y comprensión por parte de Drúin el Orgulloso y pregunto si los enanos permitirían a su pueblo asentarse en los valles de las Ubaya Orocarni. Dicha petición fue expuesta en el Concilio del Espejo en el Templo de Aulë, y fue aprobada por el grueso de los enanos del Rey del Norte. Anasa Wem deposito ante el Concilio su espada, que brillaba con tonos de plata y azul, y juro que su pueblo jamas haría negocios con los enemigos de los enanos, y que tampoco lucharía jamas contra los enanos o sus amigos. Entonces entrego su hoja a Drúin y se despidió. Los Arklu-shen se asentaron como habían prometido y fundaron una vibrante (aunque tosca) sociedad en las alturas de los valles de su tierra escogida. Comerciaron con los enanos y firmaron tratados con los sucesores de Drúin. A medida que pasaron los años ambas sociedades prosperaron. Y durante todos aquellos años, ninguno de los dos grupos trato al otro con malicia, y muchos secretos fueron intercambiados entre sus señores.

Cuando Múar llegó desde el norte, muchos pueblos huyeron hacia el sur y buscaron refugio en las extensas tierras de los Arklu-shen. Tales multitudes estaban dispuestas a luchar por su propia seguridad y causaron un brote de pequeñas luchas que más tarde serian conocidas como las Guerras del Lago Viejo. Los Arklu-shen se retiraron a los valles más altos que les habían pertenecido desde hacia tanto tiempo; los demás se asentaron en las tierras bajas. Estos últimos pagarían caro por su elección. Los ejércitos de Múar, terroríficas hordas en continuo movimiento, barrieron a tales pueblos recién asentados y les masacraron a todos. Pocos sobrevivieron. Solo los Arklu-shen escaparon a aquel horror abrumador.

El reino de Ruuriik tuvo mucha menos suerte durante aquellos años, y pronto sufrió la misma embestida que habían sufrido los pueblos de Ralian y el bajo Ubaya. Múar, con la ayuda de su horda y la hueste de bestias malignas encabezada por Fuingurth el Extraño, aplasto las defensas en el Camino Saltarín, y arraso toda la Tierra Amurallada. Ahulë fue asaltado, y las numerosas minas del reino fueron tomadas o asediadas durante los primeros meses de lucha.

Fue durante esta época cuando Druhar y Drús (también llamados Zigilûk y Azalidûm) se reunieron en consejo con los dos reyes, y decidieron que el Espejo de Aulë (también conocido como Espejo de Mithril) debería ser llevado fuera de su tierra a un lugar más seguro, y que todo conocimiento sobre su funcionamiento o existencia debería ser escondido a las mentes de los vivos. El Martillo del Norte se había perdido, y su tierra estaba casi condenada.

Zigilûk era el guardián del Templo de Aulë, y era una de las catorce personas en todo el mundo que había conocido la verdadera naturaleza del Espejo de Mithril, el primer regalo de Aulë. Se decía que podía permitir a los enanos ver a sus hermanos de otras tierras, y que les permitiría entrar en cualquier reino de piedra en el que desearan. Además contenía los secretos de los Enanos Ancianos de los Días Antiguos, y fue la herramienta que enseño sus habilidades a las primeras generaciones de los hijos de Aulë. A su vez, el Martillo era un objeto poderoso y sagrado, y como tal debía ser protegido. A Zigilûk se le confío la protección del Legado.

Partió con otros seis señores enanos y se dirigió hacia el norte a través de las montañas. Deteniéndose en Shen-Ubatya, decidió permanecer entre los descendientes del “fiable” Anasa-Wen. Cuando partió iba acompañado de diez de los Arklu-Shen (conocidos mas tarde como Ubain). Juntos, llevaron las posesiones más preciadas de su pueblo en un viaje hacia el norte (teniendo en cuenta donde y en manos de quién acabó el Espejo y el Martillo, es casi seguro que llegaron a la zona de Urd. Pero de eso ya hablaré en otra entrada…) hasta un lugar que sería conocido como el “hogar de un tiempo imperecedero”.

Lo que ocurrió a continuación no se sabe. Pero quedó una pista. Los humanos eran guiados por Anasa Fef, el nieto de Anasa Wen, y aquella era su búsqueda para encontrar el foco sagrado de su pueblo y para volver a fundar su reino…

Referencias: Los Anales de Ruuriik (III): Fulla VII, rey de Ruuriik y Balli Mano de Piedra, Rolemaster, MERP, I.C.E.

MERP

Rey de Urd; Tar-Formen (S. Rey del norte); Rey de Hielo; el Frío; el Sexto. Nazgûl.

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